domingo, 24 de julio de 2011

DOBLE SUBIDA A MOYA

El sábado, esperándo una salida masiva de bicicletas de carretera, nos vimos de nuevo los tres de siempre, Víctor, Isidro y yo, así que lo primero que pensé es "de nuevo tengo que dar el callo". Salir con ellos significa, el que yo vaya al límite de mis posibilidades, aunque cada vez esté cogiendo mejor forma física y tenga más potencia en las piernas. Pero la verdad es que tengo que agradecerles el poder disfrutar de unas salidas muy interesantes a nivel físico y emotivo, como no por la superación de los nuevos retos a los que me someten.

La primera subida a Moya fue, tranquila, hasta el Cruce del Pineda, un minuto y medio más que la semana pasada, aunque ya no puedo tomar como referencia ese punto pues se encuentra demasiado cerca de la salida, hasta ahí mas o menos, lo tomo de calentamiento, subiendo con cadencia y sin trancarme.Y hasta Moya todo muy bien.

La bajada hasta el Pagador, fue interesante, por la velocidad que se coge y también porque ya voy con mas confianza en las bajadas, voy un poco mas relajado y suelto... (atención... peligro) pero sin hacer tonterías... Me sigue poniendo nervioso el tener a alguien detrás bajando y prefiero de momento que me pasen.

El rodaje en la zona de la costa tuvo se anécdota, del tío del ASTANA que nos pegó una pasada en plan plato loco con las rodillas por fuera del manillar y que nos reímos un montón y al que después le quitamos las pegatinas de la bici, no por picarnos, sino porque íbamos rodando a relevos...

El rodaje en llano lo aguanté cinco o seis kilómetros, en el Pepe Chiringo se me fueron los dos y bajé entonces para guardar para la segunda subida a Moya.

Tras el saludo a Gustavo bajo el balcón de su casa, decidí no dar la segunda vuelta para iniciar en solitario la subida a Moya. Toda una lección interna de sufrimiento y de superación, pero a la vez de satisfacción cuando tras una vuelta de carretera, veía lo que había subido y un reto al ver la próxima pendiente que tenía que afrontar.

La llegada al cruce con la carretera de Bañaderos fue una explosión de adrenalina y de endorfinas que me hizo volar hasta Moya, cruzando el Lance a pesar de lo duro que es.

Y en Moya esperé a que subieran Víctor e Isidro, con doce kilómetros más en las piernas.

Lástima la rotura del tubular de Isidro, fue una pena aunque solo se perdió una rodada tranquila hasta Guía aunque entretenida, ya que gran parte del trayecto hasta Casas de Aguilar, lo hice hablando con Víctor.

Os dejo el enlace de la ruta.

DOBLE MOYA

2 comentarios:

  1. Buena etapita, sí señor, sobre todo porque las piernas respondieron al maltrato al que las sometimos. Rodar por San Andrés con el plato y tirando fuerte me dejó con el punto justo para subir por El Pagador (llevaba 52 kms en las piernas antes de la subida).
    La subida la hice fuerte, con todo lo que tenía, y me salió poco más de 30 minutos (a más de 15 km/h de media en los 8 kilómetros de subida)Por tanto el objetivo de la etapa se consiguió holgadamente, así que en búsqueda de nuevos retos que nos pongan en forma para el desafío final.
    El coitus interruptus de Isidro fue la putada, pero bueno el "plan B" le funcionó y no comió frío.

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  2. A mi me encantó el entreno, tuvo de todo, subida tranquila (hasta Moya), bajada (yo cada vez más conservador en las bajadas pero se trata de disfrutar no de sufrir), llaneo rápido, siempre he sufrido en el llano pero cuando las piernas están bien hasta llaneando responde uno, y luego subida fuerte, al igual que Víctor, subí con lo que tenía, fuerte, concentrado, recordando las etapas del Tour de esta semana, motivado, al final pinché pero no es la primera ni la última vez que me pase... Disfrute de ciclismo.

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